EL PODER DE UNA LENGUA BÍBLICA
El participio representa uno de los elementos esenciales de la sintaxis griega. Aunque se ha estudiado en el curso introductorio, su contenido gramatical no se ha desarrollado lo suficiente como para interpretarlo en contexto. Cientos de participios desfilan por los textos de la Septuaginta y el Nuevo Testamento obedeciendo a un propósito linguístico fundamental.
En lo que respecta a su uso, tenemos un interesante y profundo ejemplo en Juan 3:36. La traducción en español es “el que cree en el Hijo tiene vida eterna”. Pero el griego original expresa lo siguiente:“Aquel creyente en el Hijo tiene vida eterna”. ¿Por qué hay una diferencia importante? Porque en este versículo la palabra “creyente” es realmente ¡un adjetivo, no un verbo! El término “creyente” implica que no es necesario hacer algo, sino que tú ya posees esa cualidad.
Si comprendes este concepto, estás más cerca de comprender el auténtico modo de pensar en el Nuevo Testamento. ¡Matricúlate hoy en el curso de “Griego bíblico” nivel B y profundiza en tu comprensión de las Escrituras en un nivel más!