¿Por qué la envidia no es necesariamente mala?

¿Por qué la envidia no es necesariamente mala?Aprende Hebreo Bíblico en Línea

"Porque El Señor, tu Dios, es fuego consumidor, Dios celoso"

(Deut. 4:24)

Cada uno siente este sentimiento básico de envidia humana en un momento u otro. La Biblia Hebrea nos indica que como humanidad estamos hechos a la imagen de Dios y en su semejanza, lo cual significa básicamente, que somos símiles a nuestro Creador en algunas maneras. Por lo tanto no hay que extrañarse que el Dios de la Biblia Hebrea también siente envidia. 

La Biblia Hebrea dice, sin disculpa, en Éxodos 34:14 que el nombre del Señor es Celoso (יהוה קַנָּא שְׁמוֹ) y puede ser llamado Dios Celoso - אֵל קַנָּא (“el kana”). 


Dado el hecho que el carácter de Dios en la Biblia Hebrea es del propio bien, se puede deducir que el sentimiento humano de envidia en y por si no es nada malo. Una verdadera envidia tiene el sentido absoluto de lealtad hacia algo, esperando el mismo compromiso a cambio. 


En los Diez Mandamientos no se le prohíbe al pueblo de Israel sentir envidia (קנא) o codicia (חמד), que básicamente significa desear algo ansiosamente. En cambio, se les prohíbe desear algo que pertenece a otros (Ex.20:17). Si algo o alguien te pertenecen, entonces, la envidia está plenamente justificada y de hecho elogiada. Si no es así, debe ser arrepentida. 


El Hebreo Bíblico es relevante a la moral cristiana y a nuestras preguntas acerca de la vida cotidiana. Explora con nosotros los matices de la Biblia Hebrea mediante la inscripción en el próximo curso de "Hebreo Bíblico".