¿Moisés podía hablar bien?
En un principio, Moisés carecía del don de la palabra. Tenía un impedimento en el habla. Así, cuando Dios llama a Moisés –en el inicio del libro del Éxodo-, él intenta esquivar su misión diciendo “…porque soy tardo en el habla y torpe de lengua” (Ex 4:10). Esta afirmación ha dado origen a interpretar que Moisés tartamudeaba. Paradójicamente, Moisés con su peculiar modo silencioso sobresalía como un orador poderoso.
Moisés – Un maestro de palabras
En la plegaria de Moisés por la curación de su hermana Miriam, él dice: אל נא רפא נא לה (el na refa na la) “Oh Dios, sánala ahora” (Números 12:13). Si bien, esta oración parece breve y discreta, en hebreo, es mucho más enérgica y obedece a un intencionado recurso retórico. Moisés emplea en su ruego una poderosa palabra “na” y con ella, se ayuda además para marcar una pausa en su tartamudeo. Esta sucinta palabra significa “por favor”. En su ingenio, Moisés consigue sagazmente insertar la palabra na para permitir que sus palabras fluyan suavemente y a su vez ¡fortalecer la oración!
Descubrir el poder del hebreo bíblico
La misma palabra que Moisés emplea perspicazmente en su plegaria, podemos encontrarla en el final de la expresión que las multitudes proclaman en el Domingo de Ramos – Hosanna- y cuyo significado es “¡Sálvanos, por favor!”. Si buscas entender el verdadero poder de las palabras de Moisés, necesitas saborearlas en hebreo. ¡Matricúlate hoy en el curso de hebreo bíblico de eTeacher y aprende el poder de la palabra bíblica!