EL HÁLITO DE UN ALMA
Todas las religiones del mundo comparten un tema en común: la polarización de la realidad en dos planos. Lo terrenal y celestial, lo humano y divino, el cuerpo y el alma emergen como conceptos clave de cada sistema religioso. En hebreo, la noción de “alma” entendida como fuerza motriz que nos mantiene vivos constituye uno de los conceptos más interesantes de la lengua y la Biblia: “neshama” (נשמה). Esta palabra contiene un fascinante secreto. “Neshama” procede del verbo “nasham” (נשם) que significa “respirar”. ¿Qué justificación subyace a esta conexión? ¿Procede quizás de que nuestra alma nos permite respirar? No.
“Y FUE EL HOMBRE UN SER VIVIENTE”
La vinculación entre “alma” y “respiración” se establece en la historia primigenia de la creación de Adán: “Entonces el Señor Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz el aliento de vida; y fue el hombre un ser viviente” (Gen 2, 7). Nuestra alma se llama “neshama” porque Dios nos insufló vida en el momento de la creación. El aliento divino sería, por tanto, la chispa que inflama en nuestro ser físico la parte espiritual y consciente de nuestra entidad humana.
ESTUDIE LA BIBLIA CON TODA EL ALMA
Ha llegado el momento de retornar a los orígenes por medio del aprendizaje del hebreo. Si estudia hebreo bíblico, su estudio de las Escrituras se verá insuflado de nueva vida. Se sorprenderá gratamente al descubrir que la comprensión de las palabras en hebreo le capacitan como un mejor lector de la Biblia. ¡Matricúlese hoy en el curso de hebreo bíblico de eTeacher y deje que su espíritu se eleve!