El término לְהַחטִיא (lehachti) implica la noción de cometer un error o no cumplir un objetivo. En Jueces 20:16 la fraseלֹא יַחֲטִא (lo yachti) refiere a los guerreros de Benjamín que nunca erraban con su honda. En Levítico 4:3 aparece el sustantivo חַטָּאת (chatat) con el significado de “ofrenda por el pecado” en el Templo de Jerusalén. Sin embargo, la raíz hebrea para los tres términos, error, “ofrenda por el pecado” y pecado contiene otra acepción. Una mucha más profunda.
En Levítico 14:49, se instruye a los israelitas sobre cómo purificar la casa de una lepra maligna, “Entonces para purificar la casa tomará dos avecillas…” La frase “purificar la casa” es לְחַטֵּא אֶת־הַבַּיִת (lechateh et habait). La misma raíz que se encuentra en pecado y ofrenda por el pecado. Básicamente, la palabra “pecado” en hebreo conlleva el concepto de ¡purificación!
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