Existen varias alternativas para el sitio verdadero del Monte Sinaí. La tradición más antigua lo identifica como Jebel Musa (“la montaña de Moisés”) ubicada en las montañas de granito de la sección sureña de la península de Sinaí. Los peregrinos cristianos han visitado este sitio desde el siglo IV de la E.C. Santa Caterina, uno de los monasterios más antiguos en el mundo, fue construido a pie de la montaña. Es posible que los Israelíes hubieran llegado a esta montaña en su escapada del Faraón, porque usaron el muy conocido trayecto de transporte de turquesa, desde el norte de Sinaí hacia la delta del Nilo.
Una segunda opción es el Monte Karkom, ubicado en el sur de Israel, muy cerca de la frontera con Egipto. Dicha montaña ha sido un sitio sagrado durante milenios. El sitio está literalmente cubierto con inscripciones antiguas y pinturas rupestres que se remontan a 4000 años A.E.C. La opción del Monte Karkom es convincente por su cercanía a Cades Barnea, un oasis en el desierto. Este lugar se convirtió posteriormente en la base de los Israelíes en el transcurso de sus 38 años de viaje. La Biblia relata que el oasis estaba a once jornadas desde el Monte Sinaí (Dt. 1:2).
La tercera opción es Jebel el-Lawz, ubicado en Arabia Saudita. Esta región fue conocida como Midián durante los tiempos bíblicos. Los partidarios de esta teoría señalan que Moisés estaba en esta región por haber ido a consultar con su suegro Jetro, un sacerdote Medianita, antes de subir al Monte Sinaí (Ex. 18:1). Si es la ubicación verdadera, ello significa que al cruzar anteriormente el “Mar Rojo” (Ex. 13:18), que en realidad fue el golfo de Aqaba. Más aun, la cima de esta montaña es ennegrecida, lo que apoya a la descripción de “Todo el monte Sinaí humeaba, porque el Señor había descendido sobre él en medio del fuego” (Ex. 19:18).
Probablemente, nunca sabremos a ciencia cierta la ubicación verdadera del Monte Sinaí. Quizás, este misterio no se revelara nunca. Antes de ascender solo a la montaña, Dios ordeno a Moisés: “Señala límites al monte y santifícalo” (Ex. 19:23). Su secreto y misterio son intencionales. Lo que no haya impedido a los geógrafos bíblicos intentar de identificar su ubicación verdadera.
Los lectores de la Biblia han sido siempre ansiosos de ver los verdaderos sitios donde se produjeron los eventos. Actualmente, la enorme cantidad de investigación nos haya facilitado las herramientas necesarias para abordar estas preguntas con más certeza. Únete a mí en el curso de eTeacher, Explorando La Tierra Bíblica de Israel, y comienza tu viaje ¡hoy mismo!