Los esenios
La escena de un hombre caminando con un cántaro de agua era algo bastante atípico, puesto que esta labor la realizaban normalmente las mujeres. ¿Por qué un hombre estaría portando entonces un cántaro de agua en Jerusalén? El único grupo de judíos tradicionales que podía aparecer en tal desempeño era el grupo de los esenios. La mayoría de ellos eran célibes y debían de encargarse habitualmente de los trabajos asignados a las mujeres. Por otra parte, sus comunidades no se limitaban sólo a Qumrán sino que se expandían también por diversas ciudades. En Jerusalén contaban con una comunidad.
Una habitación para la Última Cena
Una de las puertas de Jerusalén se llamaba “la Puerta de los Esenios”. A través de ella, accedían los miembros de la comunidad a la ciudad. Cuando Jesús le dijo a sus discípulos que verían a un hombre portando un cántaro de agua, él conocía de la existencia de esta puerta. Acudir a ese lugar era determinante para encontrar alojamiento para la cena de Pascua. Asimismo, el calendario de los esenios difería del calendario judío ordinario, y por tanto, sería sencillo encontrar hospedaje disponible.
Judaísmo y Cristianismo
Este relato desvela un aspecto concreto de la realidad histórica de la Jerusalén del primer siglo. La aproximación a la identidad judía de Jesús y a su incipiente movimiento constituye un paso clave en la interpretación precisa del Nuevo Testamento. Matricúlese hoy en el “Trasfondo judío del Nuevo Testamento” y revolucione sus estudios de Biblia.